Trucos para sembrar lavanda con éxito

Si tu planta se seca al poco tiempo, te damos algunos trucos para sembrar lavanda con éxito para que tu planta no muera.

La lavanda es una planta aromática reconocida por el olor que desprenden sus hojas color violeta, pero además es una planta muy utilizada para elaborar lociones, aceites esenciales, perfumes y deliciosas recetas.

Esta planta es común de tener en casa dada su hermosura y todos los beneficios que aporta; es muy sencillo plantarlas en tu propio huerto y no requiere de muchos cuidados. Sin embargo, es posible que tu planta de lavanda se seque al poco tiempo y muera. Cuando esto pasa haz realizado mal la siembra o no le estás dando los cuidados necesarios, pero no te preocupes, en este post te daremos algunos trucos para sembrar y cuidar tu planta.

Es recomendable realizar la siembra a principios de la primavera en lugares donde los inviernos y veranos son rigurosos. Aunque en zonas de clima cálido se puede sembrar prácticamente durante todo el año, es mejor plantar en otoño.

Sembrar lavanda a partir de semillas

Este proceso de siembra es más complicado que la siembra por trasplante a partir de otra, sin embargo te decimos cómo hacerlo.

Estratificación de las semillas

Si bien se puede pensar que solo debemos colocar las semillas en la tierra y ya, te recomendamos hacer un proceso de estratificación fría de las semillas, previo a la siembra, para que puedan germinar y florecer.

Para esto, primero coloca las semillas de lavanda en una bolsa plástica sellada con tierra húmeda. Luego guarda la bolsa en el refrigerador durante al menos 3 semanas.

La siembra

En un contenedor o maceta coloca mezcla para semillas con tierra ligera para el cultivo. Asegúrate de que tenga buen drenaje y los nutrientes necesarios para tu planta.

Luego esparce bien las semillas sobre el suelo y cúbrelas con unos 0,5 centímetros de tierra para protegerlas, pero asegúrate de que reciban suficiente luz solar para germinar.

Para su crecimiento, humedece las semillas sin empaparlas. Riégalas a primera hora en la mañana para que al final de la tarde la tierra se haya secado. De esta forma evitas que la tierra esté muy fría y húmeda por la noche, impidiendo la formación de hongos.

Las semillas de lavanda pueden tardar en germinar de dos semanas a un mes.

Tips para la siembra y cuidados de la lavanda

  • Cuando las semillas broten debes mover tu planta a un lugar donde pueda recibir abundante luz de sol directa.
  • Prefiere climas templados donde ni el verano ni el invierno sean demasiado intensos.
  • La maceta para cada planta debe tener de diámetro como mínimo 5 centímetros.
  • Riega frecuentemente evitando encharcamientos.
  • Deja que la tierra se seque entre riegos.
  • Los pesticidas o fertilizantes químicos matan los organismos beneficiosos para el crecimiento de la lavanda y pueden ocasionar otros efectos negativos sobre tu planta.
  • Una vez que los primeros capullos comiencen florecer durante el primer año corta los tallos florecientes.
  • También puedes cultivar lavanda a partir de los tallos. Es más fácil que desde la semilla y crecen en menos tiempo.
  • Después del primer año puedes cosechar tu lavanda para usar sus bondadosas flores perfumadas.
  • Prefiere sustrato rico en humus y con buen drenaje para la siembra.
  • La época de floración de la lavanda depende de su especie, pero generalmente se da entre primavera y verano.
  • Si vas a plantar lavanda en cantidades, asegúrate que cuenten con una separación entre ellas para facilitar la circulación del aire, y que cuando crezcan sus tallos no se toquen entre sí.

Las condiciones de agua y luz para la planta de lavanda son muy importantes sobre todo durante su temporada de crecimiento, al igual que utilizar el suelo adecuado con los nutrientes que necesita.

Así pues, con el correcto proceso de siembra y los cuidados necesarios tendrás flores de lavanda durante mucho tiempo para aprovechar sus múltiples y beneficiosos usos.

 

 

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