Los 10 mandamientos de la naturaleza y la jardinería

Estos son los 10 mandamientos de la naturaleza que todos deberíamos seguir como regla divina para el cuidado de nuestra madre tierra y de nuestras plantas.  

Amarás a la naturaleza sobre todas las cosas

Siempre hemos escuchado que la naturaleza es sabia, y es que nos brinda todo lo que necesitamos para vivir. Desde árboles y frutos hasta insectos que cumplen un rol fundamental para la supervivencia de nuestra especie.

Todas sus formas, la diversidad de especies, variedades y colores son parte de nuestra existencia y de la suya. Amar y respetar la naturaleza en todas sus formas ha de ser el primero de los diez mandamientos de la naturaleza.  

No tomarás los recursos naturales en vano

Aunque los recursos naturales estén aquí hoy, no hay certeza de que lo estén mañana; si bien nuestro planeta es abundante, no es ilimitado. A menos que tomemos medidas inmediatas, los recursos naturales del planeta se agotarán y los niveles de vida empezarán a menguar hacia el 2030, según cifras del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés).

La sobreexplotación y el consumo irresponsable de los recursos están generando un enorme déficit, debemos tomar conciencia para cuidar los recursos naturales y cambiar los comportamientos sociales que nos están destruyendo.

Celebrarás todas las estaciones del año

No hablaremos de santificar las fiestas de la naturaleza, pero sí celebrarlas. Igual que con nuestros cumpleaños, festejemos los cambios de la naturaleza en cada una de sus estaciones del año. Cada estación representa un ciclo de vida y cada uno tiene una función importante para el ecosistema. Disfruta y aprovecha las ventajas que nos ofrecen las 4 épocas del año para sembrar, oler, podar, preparar, cultivar, abonar y cosechar.

Honrarás a la madre tierra

Realiza esfuerzos ambientales sembrando un árbol y cuidando la tierra. Si tienes un patio o jardín, cuídalo y abónalo. Lleva a cabo prácticas ecológicas de reciclaje y cumple las leyes de la naturaleza. Ella te dio la vida, devuélvele a la tierra lo que te ha dado.

No matarás a las plantas

Las plantas son seres vivos; realmente viven, respiran y hasta se comunican. Hacerse cargo de ellas es una gran responsabilidad, pero con no pisarlas y arrancarlas en la calle estás cumpliendo con uno de los grandes mandamientos: no matar.

Si tienes un jardín o flores en casa, recuerda que necesitan de algunos cuidados y atenciones para vivir. Si las plantas vivas no son para ti, prefiere las plantas artificiales y podrás disfrutar de algunas de sus bondades sin comprometerlas.

No utilizarás pesticidas impuros

Los productos químicos son altamente tóxicos para ti, para las plantas, los animales y para el medioambiente. Escoge métodos orgánicos para abonar y tratar pestes y plagas.

 No darás ni creerás falsos testimonios

La desinformación con respecto a las plantas puede ser muy perjudicial para ellas si no sabes nada sobre sus cuidados, necesidades o características. Pero no estar informado acerca de lo que siembras también puede ser dañino para ti, para tus hijos y mascotas. Hay plantas muy hermosas que pueden ser tóxicas, venenosas y hasta mortales. También hay plantas con muy mal olor a pesar de ser muy bellas.

Antes de plantar o regalar flores, asegúrate de conocer de ellas tanto como sea posible. Cuánto crece, sus cuidados, qué tipo de planta es, si es tóxica o si es una especie delicada. 

Mantendrás tus plantas lejos del prójimo

Igual que sucede con nuestros problemas, nuestras plantas son nuestra responsabilidad, y a nadie le toca su cuidado más que a nosotros mismos. Debemos ser responsables de que nuestras plantas no invadan el terreno del vecino, que los árboles que sembremos no levanten la acera de la calle o de la casa de al lado. Incluso si tienes un jardín vertical separando tu propiedad de la del vecino, encárgate de la poda respectiva de forma que no invada su  espacio, sobre todo cuando tienes plantas trepadoras.

Cultivarás tus propios alimentos

Otro de los mandamientos de la naturaleza más importantes es cultivar nuestra propia comida. Con esto no obtendrás sino beneficios: consumirás alimentos más frescos y sanos, ahorrarás en las compras del supermercado, contribuyes con el medioambiente y además es muy fácil.

No codiciarás el jardín ajeno

Si tu vecino puede tener un jardín sano y hermoso, ¡tú también puedes! Sentarte a envidiarlo y preguntarte cómo sería tener un jardín de revista no hará que florezca uno en tu patio. Ponte manos a la obra y crea tu propio jardín; si necesitas ayuda, acude a un profesional. 

 

Dejar un comentario