Lo que debes saber sobre el riego de lechugas
La lechuga es deliciosa, saludable y fácil de cultivar en casa. Hoy te enseñaremos todo lo que debes saber sobre el riego de lechugas.
Si has seguido algunos de nuestros consejos, probablemente ya estés cultivando tus propias verduras en casa. Un huerto urbano es una forma completamente autosustentable de conseguir alimentos frescos, saludables y económicos, ¡siempre al alcance de tu mano!
Ya sea porque te gusta seguir una dieta balanceada o porque te encanta su sabor, aprendiste a cultivar lechugas como te enseñamos. ¡Muy bien! hoy te diremos cómo hacer el riego de lechugas correctamente y el resto de cuidados que necesitan para que puedas disfrutar de ricas cosechas.
Cultivar lechugas es muy sencillo y los resultados son sumamente gratificantes. Aunque este vegetal no necesita muchos cuidados, el riego es una de las cosas más importantes en su cultivo y a lo que debemos prestar especial atención.
La lechuga es una planta que requiere abundante agua y no tolera las sequías, por lo que descuidar su riego puede ser catastrófico. Pero lo complicado es mantener el balance de humedad ideal para evitar a toda costa los encharcamientos, el segundo peor enemigo de la planta de lechuga.
La humedad
Según la época de cultivo de lechuga, ésta necesitará de un tipo de suelo u otro. Durante la primavera los suelos son más arenosos, mientras que en verano se necesitará un sustrato rico que pueda aprovechar los recursos hídricos y que acelere el crecimiento de la planta. También, para su correcto desarrollo y crecimiento, necesitan temperaturas preferiblemente frías antes que altas temperaturas. Estos son los aspectos que debes considerar al respecto:
- La lechuga puede llegar a soportar hasta seis grados bajo cero.
- No tolera temperaturas superiores a los 30 grados.
- La planta de lechuga necesita sentir la diferencia de temperatura entre el día y la noche. Durante su época de crecimiento, necesita temperaturas entre los 14 y 18 grados durante el día, y entre 5 y 8 grados por la noche.
El riego
Por tener raíces muy pequeñas en relación al tamaño de sus hojas, esta planta es muy vulnerable a la falta de agua. El riego de lechugas requiere un nivel de humedad relativa sin encharcamientos, para esto lo más recomendable es el riego por goteo ya que es posible controlar los niveles de humedad fácilmente sin provocar exceso de agua. Debes tener cuidado de no regar con manguera o por aspersión tu huerto urbano con lechugas para no quemar sus hojas con la acción de los rayos del sol, y tener cuidado de que no aparezca podredumbre en el cuello de tu planta.
Lo ideal es realizar un riego frecuente con pocas cantidades de agua. Riega a diario durante la primera semana del cultivo de lechugas, y luego procura hacerlo 3 veces por semana.
Una vez que conoces los aspectos básicos del riego de lechugas, sólo tendrás que preocuparte por la variedad que deseas plantar.
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