La importancia del riego de las plantas ¡Hazlo de la forma más práctica!
Si eres de esas mujeres que les encanta la jardinería, debes tener presente que existen diferentes cuidados a considerar a la hora de mantener tu jardín durante el otoño. Por ejemplo, regar las plantas es una actividad que no debes dejar de lado, pero para hacerlo de manera adecuada tendrás que conocer algunas pautas prácticas, especiales para las personas que no tienen mucho tiempo como tú.
El riego es uno de los aspectos a tener en cuenta durante la planificación del jardín. Eligiendo plantas adecuadas y valorando qué opciones tienes a tu alcance, puedes crear un jardín que no necesite mucho riego. Para lo cual, puedes recurrir a sistemas de riego automático o utilizar el tradicional riego a mano.
Riego automático
Actualmente existe una amplia gama de dispositivos para diseñar el sistema de riego automático más adecuado para cada jardín y gracias a las opciones no tiene que representar una gran inversión. Además, este sistema te generará importantes ahorros en la factura de agua.
Un riego automático bien planificado proporciona un riego muy eficiente del jardín, ya que se ajusta el tiempo y caudal de riego en función de las necesidades de las plantas, lo cual repercute en un gran ahorro en el consumo de agua, respecto al riego manual. Además, puedes programar el riego e incluso instalar dispositivos que suspendan el riego programado cuando detecten que el jardín ya ha recibido agua por lluvias.
Por otra parte, si tu jardín cuenta con un sistema de riego por goteo, en otoño es necesario volver a programarlo para reducirlo y que el riego sea mucho menor.
Riego manual
En el caso de que no desees instalar el riego automático, tu jardín necesitará de un riego manual. Si la zona en donde vives es muy lluviosa no hará falta regar el jardín. En el caso de que el clima sea extremadamente seco y las temperaturas no sean demasiado bajas, el riego se tendrá que hacer cada tres días.
Ten en cuenta que los ejemplares jóvenes de las planta de tu jardín, deberán recibir riego hasta que comiencen las heladas de invierno y después no regarlos más hasta la primavera.
Aprovecha las primeras horas del día, antes de salir de casa, para regar tus plantas. Recuerda hacerlo directamente en la base del tronco para que la tierra absorba rápidamente el agua, de esta forma, cuando salga el sol, el calor de sus rayos no afectarán a la planta con el vapor que se genera.
Uno de los recursos que más se consume para mantener un jardín siempre verde y vivaz es el agua dulce, evita usar agua salada o con muchos minerales. Recuerda que si bien los jardines no son espacios que se usan mucho en otoño e invierno, es muy importante no descuidarlos para así poder volverlos a disfrutar cuando el clima lo permita.