Jardinería y adultos mayores: una gran combinación

El paso de los años significa muchas cosas para todos: desde el rememorar los mejores momentos de la juventud, ver crecer a nuestra familia, crear negocios que se consolidaron con mucho esfuerzo y gozar de un retiro donde disfrutamos del fruto del trabajo duro, un retiro donde podemos cultivar nuestras pasiones y aspiraciones.

Sin embargo, llegar a la senectud representa muchos retos para el adulto mayor, quien ve disminuidas sus facultades físicas y mentales, experimenta un deterioro progresivo de la salud y sus medios para disfrutar sus actividades diarias de la misma forma que lo hicieron en su juventud.

Ante este proceso que solemos llamar envejecimiento, la mejor respuesta de todas es seguir viviendo al máximo con los cuidados y los hábitos correctos, los cuales procuran mantener la vitalidad y la salud en niveles óptimos.

Hoy te proponemos una actividad perfecta para lograrlo, pues entrega múltiples beneficios para el adulto mayor, tanto en lo físico como en lo mental y emocional: la Jardinería.

¡Aquí te compartimos sus 11 mayores beneficios!

Promueve la actividad física de forma segura. La actividad física es uno de los pilares para mantener una buena salud, lo cual es indispensable durante la vejez; sin embargo, los adultos mayores deben tener cuidado con no desgastar sus huesos y músculos al hacer ejercicio, por lo que actividades de baja intensidad pero de extendida duración como la jardinería, son las mejores opciones para ellos.

Mejora la flexibilidad y movilidad. La actividad física de la jardinería involucra manipular herramientas y plantas con precisión y movernos de un lugar a otro, lo cual es muy benéfico para mantener las articulaciones del adulto mayor en las condiciones óptimas, prevenir la osteoporosis y reduciendo los problemas ligados a reumas.

Crea un sentido de organización y motivación. La jardinería es una actividad que requiere planeación, observación y una rutina de actividades muy bien definidas. Estas características motivan a los adultos mayores, ya que pueden enfocar sus energías en proyectos que requieren de su participación y que pueden desarrollar con nuevas ideas y disciplina.

Previene enfermedades de huesos y músculos. Un estudio de la Universidad de Arkansas, aplicado a 3310 mujeres mayores arrojó el dato de que aquellas que desempeñan labores de jardinería eran mucho menos propensas a la osteoporosis que aquellas que fueron atletas o deportistas durante su juventud.

Involucra concentración y memoria. Actividades como el trasplante de una maceta, podar las hojas de una planta o aplicar sustratos requieren mucha atención por parte del adulto mayor, además de memoria para recordar detalles sobre el cuidado específico de cada planta. Esto mantiene al cerebro sano y activo.

Reduce los niveles de estrés. La tensión acumulada en el cuerpo y el estrés derivado de ciertas actividades o problemas son liberados durante las actividades de jardinería, un beneficio comprobado por un estudio en los Países Bajos donde se identificó que los adultos mayores que realizan actividades en jardín presentan un mejor humor y menores niveles de cortisol (la “hormona del estrés”) respecto a aquellos que sólo leían o veían televisión.

Motiva la socialización. Las tareas de jardinería en equipo no sólo facilitan el esfuerzo, sino que involucra más ideas creativas y promueve que los adultos mayores fortalezcan sus lazos sociales, por lo que su uso en casas de retiro ha aumentado de popularidad en los últimos años.

Procura una mejor alimentación. Al cultivar su propios alimentos de forma orgánica, los adultos mayores acceden a mejores nutrientes y menores niveles de productos químicos que pueden afectar su salud al largo plazo.

Mantiene la creatividad. Otro aspecto básico para mantener la salud del cerebro es a través de tareas creativas que favorezcan su actividad continua y la jardinería es excelente para ello porque se pueden proponer nuevas plantas, realizar mejoras en los acomodos, el riesgo o los sustratos, pensar en decoración divertida, etc.

Reduce los daños del Alzheimer y diabetes. Además de ser una actividad muy benéfica para personas con demencia senil y ansiedad, el mayor uso de la memoria y la concentración ha demostrado beneficios en personas con Alzheimer, observándose menores niveles de de daño.

Otro beneficio a destacar es que, gracias a una alimentación orgánica y fresca sumada a una actividad física frecuente, las adultos mayores que practican jardinería son menos susceptibles a desarrollar diabetes o sufren menos complicaciones de salud si ya padecen esta enfermedad.

Combate la Depresión. Un estudio realizado en Noruega con adultos mayores diagnosticados con diferentes grados de depresión clínica, los sometió a sesiones de jardinería con una duración de seis horas semanales cultivando flores y hortalizas. Tras tres meses de actividad, la mitad de los adultos mayores expresó sentirse considerablemente mejor, un efecto que continuó durante tres meses tras la finalización del estudio.

Te invitamos a apoyar a tus adultos mayores a encontrar en la jardinería una nueva pasión que mantenga despierta su vitalidad, procurando que todo lo hagan con las medidas de seguridad necesarias y a siguiendo su ritmo, ¡nada de apurarse!

 

 

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