¿Estás en busca de la felicidad? ¡Siembra una planta y darás el primer paso!

Si eres de las personas que siente una alegría inexplicable cada vez que tiene contacto con la naturaleza, te has invadido de su energía vital. Es así como plantar sembrar una planta representa una actividad que todos debemos hacer por lo menos una vez en la vida. Algunos investigadores han determinado que cuando hay naturaleza en entornos urbanos, se produce un efecto estimulante sobre el ánimo del ser humano.

Quizá habrás conocido algunos casos de personas que han dedicado su vida a reforestar sus comunidades tratando de lograr con ello un equilibrio en el deteriorado medio ambiente actual. Si lo piensas bien, esto es muy inspirador y satisfactorio.

El exceso de trabajo o no tenerlo, problemas familiares o situaciones adversas; son algunas de las causa por las que muchas personas viven estresadas y por supuesto, infelices. Esto conlleva a desequilibrios emocionales muy importantes, ya que nuestro sistema nervioso está alterado constantemente. En estos casos, las plantas nos ayudan a vivir con alegría, regalándonos toda su energía.

Naturaleza en cualquier lugar

Si en tu caso no tienes espacio suficiente en tu hogar para sembrar plantas y desarrollar un gran jardín, los jardines verticales se convierten en una verdadera opción. Los paneles te permiten cultivar hasta 24 plantitas. También puedes optar por un kuchuri con capacidad para 6 plantas o un minikuchuri en donde puedes colocar hasta 3 planta.

En estos casos el proceso de sembrar es mucho más sencillo porque ya tendrás disponibles los espacios en donde colocarás cada una.

Este proceso de sembrar cada planta, agregar la tierra e ir conformando tu jardín, le dará a tu vida los mismos beneficios de hacerlo en el suelo. Procura hacer estas actividades con tu familia, contagia de felicidad a quienes más quieres.

Con estudios felices

Un estudio realizado en 2011 en Holanda, determinó que con sólo 30 minutos dedicados a cultivar un jardín puedes reducir significativamente los niveles de cortisol (la hormona que produce el estrés). Por otro lado, se ha asociado esta práctica con un modelo de meditación activa, lo que le permite al jardinero centrar su atención y despejar la mente.

Vale la pena aclarar que la jardinería no sólo nos reconecta con el estado primario, gracias a actividades como meter las manos en la tierra, contemplar los ritmos naturales y cultivar nuestra sensorialidad por medio de estímulos aromáticos o táctiles; sino que también conlleva una experiencia estética, que requiere de sutileza, creatividad y mucha paciencia.

 

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