Descubre por qué la acelga es un superalimento… ¡Agrégala a tu plato!
Si te encanta comer saludable, seguramente has probado las acelgas, que además de ser de los vegetales más utilizados en nuestra cocina actual, destacan por sus múltiples propiedades nutricionales. La cantidad de vitaminas y elementos que contienen, las convierte en superalimento.
Son originarias de Europa, pero su cultivo hoy en día se ha extendido por todo el mundo. La planta está conformada por grandes, ovaladas, anchas, lisas y jugosas hojas verdes. La penca, por su parte, puede presentar varios colores, desde el blanco hasta el rosa fuerte. Aunque la acelga se cultiva durante todo el año, su mejor época podría ser desde el otoño hasta la primavera.
Poderoso alimento
Esta deliciosa planta, se caracteriza por su alto contenido de betacaroteno que ayuda a sintetizar la vitamina A, muy importante para mantener una piel sana, buena visión y el cabello saludable; además de reforzar el sistema esquelético y el inmunológico. Asimismo, contiene folatos, que ayudan en la producción de glóbulos rojos, blancos y anticuerpos.
Las acelgas son ricas en: calcio, que previene la osteoporosis; potasio, que favorece la eliminación de líquido, cuida nuestros músculos y el sistema nervioso; hierro, combatiendo las anemias; y, yodo, que regula el nivel de energía y fortalece el cabello, las uñas y la piel.
Así como también, aportan vitaminas B1, B3, B5, B6, B9; que resultan esenciales para las funciones metabólicas celulares. Ayudan además a reparar y mantener los huesos, dientes y tejidos en buen estado.
Por otro lado, las hojas de acelgas son una excelente fuente de vitamina C, cada 100 gramos proporcionan cerca del 34% de los niveles diarios recomendados para combatir los radicales libres. Por si fuera poco, es una de las verduras más ricas en vitamina K –hierro–, sólo 100 gramos proporcionan aproximadamente el 700% de la ingesta recomendada.
Directo al plato
Gracias a que aporta suficientes minerales y vitaminas, la acelga es ideal para combinarla con otros alimentos que aportan proteínas, sirviendo como complemento.
Hay muchas formas de prepararlas, quizás la más común es hacerlas hervidas. No se deben hervir durante mucho tiempo para que no pierdan sus vitaminas. Con tan solo unos 15 o 20 minutos es suficiente. Luego aderezar con aceite de oliva virgen extra es una excelente elección también para combinar en ensaladas. Otra forma es hacerlas en tortillas o gratinadas y hasta en cremas.
Si consumimos las acelgas frescas en batidos verdes y rollitos, estaremos aprovechando al máximo todas sus propiedades alimenticias.
Por si fuera poco, las acelgas son ricas en fibra soluble, lo que ayuda a mantener el tránsito intestinal, previene el estreñimiento y el aumento del colesterol; así como algunos tipos de cáncer. ¿Qué esperas? Incluye acelgas en tu dieta diaria.