¿Conoces dónde se guardan millones de semillas para el futuro? ¡Descubre el Jardín del Edén congelado!
Con el fin de proteger semillas de trigo, cebada, cereales de invierno, grano y especies de uso hortícola; además de leguminosas, en 2008 se inauguró una Bóveda Global de Semillas en el archipiélago noruego de Spitzbergen (Svalbard), en el mar Ártico. Con lo que se busca garantizar la supervivencia de la diversidad genética para el futuro.
En esta reserva, también conocida como “Jardín del Edén congelado”, hay semillas originarias de India y Oriente Medio así como del norte de África, Europa y América; desde donde se han recibido cajas con muestras para un almacenamiento seguro a largo plazo en las bóvedas de permafrost, que es la capa de suelo ártico que está permanentemente congelada.
Las instalaciones
Esta fue una obra de ingeniería muy complicada de realizar. Hubo que llevar una gigantesca tuneladora hasta este remoto e inhóspito lugar. La obra se completó en más de un año y medio. Tuvo un costo de 6 millones de euros aproximadamente, pagado por Noruega y el Global Crop Diversity Trust (GCDT).
Está diseñada para estar en servicio durante unos mil años, resistiendo una amplia variedad de escenarios del fin del mundo; incluidos el cambio climático, la guerra nuclear y hasta el choque de un asteroide. El complejo consta de tres cámaras, de 27 metros de longitud, 6 metros de ancho y 6 metros de alto.
Las condiciones
En la Bóveda Global de Semillas, se dan las condiciones ambientales y de seguridad que permiten la conservación de las semillas. Tiene la capacidad para albergar 4 millones de muestras, aunque actualmente hay cerca de 1 millón.
Antes de su inclusión, las semillas se limpian, se desecan, se germinan para comprobar su viabilidad y se guardan en cámaras frías, con temperaturas entre -4° y -18°. Si faltase el suministro eléctrico que permite mantener esta temperatura, ésta seguiría siendo lo suficientemente baja para conservar las semillas en buenas condiciones al menos durante algún tiempo.
Las semillas se guardan en cajas de aluminio cerradas herméticamente. A su vez, se almacenan en otras cajas de plástico apiladas en estanterías metálicas. Sus accesos cuentan con extremas medidas de seguridad, donde hay varias puertas blindadas y reforzadas cada una con su propio código, detectores de movimiento, cámaras de seguridad y paredes de hormigón reforzado con acero de un metro de grosor.
Este “Jardín del Edén congelado” resulta fundamental, luego que la organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertó que se ha perdido el 75% de la diversidad de cultivos de la Tierra. Es así como esta iniciativa significa uno de los más importantes aportes para la humanidad.