Conoce la flor que alumbra el camino de los muertos: “la cempasúchitl”
Celebrar el Día de Muertos es una de las tradiciones más representativas de la cultura mexicana. El festejo se realiza durante dos días: el 1 y 2 de noviembre. Junto con las calaveritas de azúcar y el “pan de muerto”, la flor de cempasúchitl es uno de los íconos de las de esta importante fiesta popular.
Su nombre proviene del náhuatl cempoal-xochitl, que significa ‘veinte flor’ o ‘flor de veinte pétalos’. Se le conoce también como cempasúchil. Es muy popular en el país por ser uno de los adornos primordiales en las tumbas y ofrendas de los difuntos. Por eso se le llama “la flor de los muertos”.
La cempasúchitl es también utilizada en el mundo de la jardinería por sus virtudes ornamentales.
En el país, Michoacán, Puebla, Guerrero, Estado de México, Oaxaca y San Luis Potosí, aportan el 94.2% de la flor de los muertos que se produce en el país, con más de 2.1 millones de plantas.
¿Por qué “de los muertos”?
De acuerdo con las fuentes históricas, los pobladores prehispánicos de Malinalco utilizaban una pequeña flor amarilla para honrar a sus muertos, pues consideraban que sus pétalos guardaban el calor de los rayos solares.
Los mexicas adoptaron dicha costumbre, pero mejoraron la especie hasta hacer de aquella pequeña flor una con muchos más pétalos: la cempasúchitl.
Algunos ancianos afirman que precisamente esos pétalos son los que alumbran el camino de las almas que en estos días nos visitan, otros afirman que es su aroma lo que las guía. Lo cierto es que no falta en los altares de muertos un caminito de esta flor, manteniendo hasta nuestros días esta hermosa tradición.
¿Cómo es su cultivo?
Esta flor es una especie autóctona de México y de América Central. La planta de la cual brota puede llegar a alcanzar más de un metro de altura, mientras que sus botones pueden alcanzar los cinco centímetros de diámetro.
Se reproduce por semillas. Su época de floración es durante el verano y el otoño nórdico. Su flor es muy aromática y su color se pasea entre el amarillo y el naranja. Sólo florece después de la época de lluvias.
La planta está adaptada a diversos climas y suelos, preferentemente climas con temperaturas suaves y sin fuertes heladas. El cultivo puede comenzar a partir de mayo aunque en los invernaderos puede cultivarse durante todo el año. La flor de cempasúchitl necesita recibir luz solar y un riego regular, aunque también resiste periodos de sequía.
¿Qué otros usos tiene?
Aparte de su función espiritual y decorativa, la flor de cempasúchitl también se ha aprovechado para fabricar insecticidas y ciertos medicamentos que nos recuerdan el uso que los antiguos mexicanos le dieron como parte integral de su medicina tradicional. Entre sus usos y beneficios se encuentran los siguientes:
- Un té preparado con los botones y tallos de esta flor, ha sido un aliado para aplacar los cólicos estomacales. Así como también, sirve para detener la diarrea, el vómito y la indigestión; gracias a sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias, a nivel abdominal. Además, posee efecto hepatoprotector.
- La investigación farmacológica de esta planta ha confirmado su efecto desparasitante y su utilidad para combatir algunas infecciones de las vías respiratorias. El aceite esencial de sus hojas y tallos, actúa como antibiótico contra varias bacterias, como la Escherichia Coli; asimismo, combate algunos tipos de hongos.
- En algunos estudios preliminares se ha logrado determinar que el extracto alcohólico de las flores de los muertos puede estimular la secreción de la bilis. Asimismo, se han caracterizado los carotenoides contenidos en sus pétalos, identificando diversos compuestos químicos con amplia actividad antioxidante.
- Por otra parte, en diversos estudios se ha señalado que algunos componentes de las flores de esta planta pueden tener efectos antidepresivos.
Después de conocer a la flor de los muertos, descubrimos que no es sólo un deleite a la vista, sino que también es uno de los elementos representativos de las tradiciones mexicanas, que cautiva y llama la atención en el mundo entero. Más allá de usarla en tus altares, aprovecha los secretos que esconde y que pueden beneficiar tu salud.