Cómo usar luces artificiales en el jardín vertical
La iluminación es uno de los factores más importantes para el desarrollo de nuestras plantas. Su crecimiento y actividad dependerán de la luz que reciban, y es imprescindible para el proceso de fotosíntesis por el que las plantas producen su alimento.
Las plantas de interior también necesitan algunas horas de luz, pero no siempre les llega naturalmente desde una ventana, o no reciben la cantidad y calidad de luz para plantas que necesitan para crecer y florecer saludables.
Cuando instalamos un jardín vertical en el interior, generalmente consideramos disponer de un medio de cultivo (sustrato) y agua, pero a menudo no le damos importancia al tema de la luz. Resolvemos el asunto con plantas de sombra o especies con pocas necesidades de luz. Si bien esta afirmación es cierta, “pocas necesidades de luz” no significa que no necesiten recibir algunas horas de luz al día.
El uso de luz artificial para plantas es una gran solución cuando no podemos ubicar nuestro jardín vertical en el lugar adecuado en cuanto a necesidades de luz se refiere. Sin embargo, no estamos seguros de cuáles son las lámparas correctas que se deben utilizar para nuestras plantas de interior.
Las necesidades de luz de las plantas abarcan un gran abanico de valores. Dichos valores se ponderan por lumens o por lux (un lux equivale a un lumen en 1m2). También hay casos en los que se dispone de los lux o lumens necesarios, pero su calidad en función de la temperatura y color que presentan no es la adecuada. Los rangos óptimos se encuentran en las tonalidades azules y las rojas, siendo las tonalidades ocres y verdes las menos eficientes.
Las luces artificiales para plantas de interior pueden ser:
- Fluorescentes
Estas lámparas pueden ser frías (ricas en azules y pobres en rojos) y calientes (ricas en rojo y pobres en azules). Este tipo de luz artificial para plantas hace que las hojas se desarrollen paralelas y retardan el crecimiento de los tallos; promueven los rebrotes y ayudan a una floración prolongada.
- Incandescentes
Son las más comunes y a la vez las menos recomendadas para jardines verticales. Por lo general hacen que los tallos sean más alargados y las hojas pálidas y delgadas, y la floración es muy rápida y corta. Además, las luces incandescentes consumen mucha energía y duran poco.
- De mercurio
Son luces artificiales ricas en azules y pobres en rojo que producen un efecto similar a las anteriores.
- De mercurio halogenado
Son luces ricas en azules y pobres en rojo. Favorecen el crecimiento equilibrado de las hojas, hacen que el desarrollo del tallo sea lento y promueven una floración prolongada con rebrotes múltiples.
- De sodio de baja presión
Esta luz artificial para plantas hace que produzcan hojas muy verdes, amplias y gruesas. El desarrollo del tallo es lento y promueven una mayor cantidad de rebrotes.
- De sodio de alta presión
Son luces ricas en infrarrojos, ayudando a que las plantas produzcan hojas más amplias que las de mercurio. Los tallos se producen gruesos y su crecimiento es lento. Ayudan a producir rebrotes y hacen que las plantas tengan una floración tardía.
¿Cuál es la más indicada?
De todas las luces artificiales para plantas, las lámparas fluorescentes son las más utilizadas en el cultivo de plantas de interior y jardines verticales, ya que ofrecen una intensidad de luz tres veces superior a la de las incandescentes, y a la vez son más económicas que las de mercurio o de sodio.
Por último, es importante tomar en cuenta la distancia a las que queremos instalar las lámparas de nuestro jardín vertical. Una luz no tiene el mismo efecto sobre las plantas si está a 1 metro del jardín que si está a 10.