¿Cómo cultivar albahaca en interiores?
La albahaca, también conocida como alhábega, es una hierba originaria de las regiones tropicales de Asia, como Irán y la India. Es de carácter anual, y perenne en climas tropicales. Puede llegar a crecer entre 30 y 130 centímetros aproximadamente, con hojas que pueden medir desde 3 hasta 11 centímetros de largo, y de 1 a 6 centímetros de ancho.
Es popular y muy utilizada por sus propiedades aromáticas y culinarias.
La albahaca es una excelente planta para cultivar en tu hogar, pues debido a sus diversas propiedades, puede ser de gran utilidad en diversas tareas. Un aspecto positivo de esta planta es que también es posible cultivarla en interiores, y esto no impedirá su sano desarrollo.
A continuación, te contamos qué es lo que necesitas hacer para poder cultivar albahaca en el interior de tu hogar:
Elige la tierra adecuada
Debes asegurarte de cultivar la albahaca en tierra de hoja gruesa. Puedes conseguirla en tu jardinería preferida. Esto es importante, porque la tierra que generalmente abunda en tu jardín no es muy porosa, y, por lo tanto, no provee a la planta el drenaje suficiente.
La albahaca necesita estar en tierra con muy buen drenaje, de lo contrario, sus raíces podrían podrirse.
Escoge el maceta ideal
Al igual que la tierra, la maceta en la que vaya a crecer tu hierba de albahaca debe contar con una estructura que permita un proceso de drenaje adecuado.
No importa tanto el material; así sea de barro, piedra, o plástico; lo que es verdaderamente importante es que la maceta la cantidad suficiente de agujeros en la base, y evitar de esta forma que tu planta de albahaca perezca antes de tiempo.
Cuidados de la maceta
Antes de plantar albahaca, asegúrate de esterilizar la maceta donde ésta se desarrollará.
Esto evitará que la planta se contamine, permitiendo que crezca sanamente.
¿Cómo esterilizar la maceta? Es muy sencillo. En un contenedor, agrega una mezcla de agua y detergente blanco. Asegúrate de que el detergente no sea muy agresivo.
Posteriormente, enjuaga con abundante agua. Es importante que no queden restos de jabón en lo absoluto, pues esto podría afectar la salud de tu planta de albahaca.
Llenar la maceta de tierra
Rellena hasta tres cuartos de espacio. Asegúrate de que la tierra quede suelta; es decir, no presiones la tierra en el espacio reducido, para permitir que la tierra respire.
Regar evitando los excesos
Asegúrate de evitar que se encharque. Agrega la cantidad suficiente para que se humedezca.
A partir de aquí, tenemos dos opciones. Puedes plantar un brote de albahaca, trasladarlo del lugar donde se encuentra hacia tu maceta.
La otra opción es plantar las semillas de albahaca, lo cual es más recomendable, ya que los brotes de esta planta suelen ser muy frágiles y podrían dañarse durante el traslado.
Te explicamos cómo llevar a cabo cada opción:
Cultivar desde cero
- Agrega las semillas, dejando entre ellas espacios de entre 2.5 y 5 centímetros.
- Añade tierra a una tercera parte del espacio restante en la maceta. Nuevamente, asegúrate de no presionar la tierra.
- Regar con un atomizador. Tus plantas brotarán dentro de una semana, aproximadamente.
Hacer un trasplante
- Cava en la tierra con delicadeza, utilizando tus dedos o un palillo sin filo.
- Con mucho cuidado, desliza tus dedos o el palillo por debajo de las raíces, y remueve la planta.
- Si los brotes ya tienen dos pares de hojas, las plantas deberán mantener mayor distancia entre ellas. Un espacio de entre 15 y 30 centímetros será ideal, dependiendo del tamaño de tu albahaca.
Una vez que tus plantas ya se encuentren en la maceta, deberás permitirle las siguientes condiciones:
Luz
Coloca la maceta cerca de una ventana, con la finalidad de que no le falte la luz del sol. Si la ubicación no le provee la luz solar suficiente, puedes añadir luz artificial. Instala luces fluorescentes de cultivo, que la ayudarán a desarrollarse sanamente.
Ventilación
Coloca un ventilador de manera que las plantas puedan recibir la sensación del viento durante dos horas al día.
Riego
La tierra siempre debe estar algo húmeda, pero jamás encharcada. Mete tu dedo en la tierra, hasta 2.5 centímetros de profundidad. Si la tierra está seca, deberás regarla un poco.
Poda
Cuando los brotes lleguen a los 15 centímetros de altura, deberás cortar las puntas de la planta. Esto estimulará el crecimiento de las hojas y los tallos.
Cuando tu albahaca haya crecido, podrás utilizar sus hojas en la cocina y para aromatizar tu hogar. Es una planta maravillosa que vivirá muy bien, siempre y cuando no le falten los cuidados necesarios.