6 enfermedades comunes en las plantas
Las enfermedades de plantas ocurren como respuesta a ataques por parte de agentes infecciosos o no infecciosos. Los infecciosos son los microrganismos como bacterias, hongos y virus. Mientras que los no infecciosos son aquellos factores no vivos como la toxicidad de fertilizantes químicos, estrés ambiental o desbalance nutricional.
Las células y tejidos de las plantas que se ven afectados por estos agentes responden imposibilitando algunas de sus funciones pudiendo conducir a la planta hasta su muerte.
Cuando una planta se enferma puede morir a consecuencia de las fallas en sus partes o funciones principales. Si por ejemplo se infectan las raíces, la planta quedará incapacitada para absorber los nutrientes del suelo y agua. Si se produce una infección en las hojas, interfiere en el proceso de fotosíntesis.
En otro casos, algunas enfermedades de las plantas ocasionan un efecto adverso en su desarrollo, induciendo a las células infectadas a multiplicarse y dividirse más rápido, produciendo tumores por tejidos anormales y disformes.
Por todo esto debemos mantener a nuestras plantas sanas y darles el cuidado adecuado para prevenir que ninguna de sus funciones sea afectada y se desarrollen normalmente.
¿Cuáles son las enfermedades de plantas más comunes?
Oídio
Es un hongo parásito cuyo aparato vegetativo ataca hojas, tallos y flores, formando sobre estos un polvo blanco. Generalmente se produce cuando las plantas carecen de luz solar, principalmente aquellas que requieren de muchas horas de exposición al sol. Esto ocurre sobre todo en otoño e invierno, cuando no da tiempo de secarse el follaje, o en climas húmedos.
El sol y temperaturas superiores a 35 grados son suficientes para que este hongo desaparezca, aunque también puedes tratarlo espolvoreando azufre en las zonas afectadas.
Fumagina o Negrilla
La Fumagina, más comúnmente conocida como Negrilla, se produce por la presencia de insectos como la cochinilla o pulgones. El hongo se desarrolla sobre las secreciones azucaradas o “miel” de estos insectos chupadores, formando una costra de polvo seco negro sobre las hojas.
Como el hongo es consecuencia de una plaga, es necesario identificar cuál es la plaga que lo está produciendo para combatirla y así controlar el hongo.
Mildiu
A diferencia del Oídio, este hongo se adentra en los tejidos de las hojas, tallos y frutos, no sólo se queda en la superficie como el primero, afectando todos los órganos verdes de la vid. Ante su presencia se pueden ver manchas amarillas y traslúcidas como manchas de aceite.
El Mildiu necesita de ciertas condiciones ambientales para su reproducción. Cultivos sucios con restos vegetales en descomposición, temperaturas entre 10 y 25 grados o la mala ventilación son las principales causas de infección.
Roya
También conocida como óxido en las hojas por su similitud en el color, la Roya es una enfermedad provocada por hongos que se manifiesta a través de esporas agrupadas en pequeñas manchas abultadas de color rojizo, anaranjado o marrón en la parte inferior de la hoja, aunque también pueden aparecer en los tallos como ampollas.
El mayor riesgo de infección es la humedad, por lo que debemos asegurarnos de que nuestras plantas tengan separación entre sí para facilitar la circulación del aire. Una vez que el hongo ha llegado a su fase de reproducción es muy difícil salvar a la planta, así que lo mejor es prevenirlo controlando la humedad.
Bacteriosis
Las enfermedades en las plantas asociadas a las bacterias pueden afectar significativamente la reproducción del cultivo y los árboles, y causar la muerte de las plantas.
La infección suele producirse en las hojas, ya que sus paredes celulares son delgadas y permiten la contaminación bacteriana, produciendo manchas en el follaje o pudriciones blandas hediondas. Lo mejor para combatirlas es eliminar las zonas afectadas o las plantas enteras cuando la proliferación es extensa.
Virosis
Los virus, como los hongos y bacterias, son microorganismos causantes de enfermedades comunes en las plantas. Pueden transmitirse a través de insectos como los ácaros, nematodos, bacterias y ciertos hongos del suelo, y pueden contagiarse por el roce entre una planta enferma y una sana. También se esparcen a través de semillas, tallos, viento, agua, polen y savia infectados.
A diferencia de los humanos, los virus en las plantas no tienen remedio, la única solución es arrancar la planta infectada y quemarla para evitar contagios.
Algunas enfermedades de plantas pueden ser tratadas si se detectan a tiempo, en otras ocasiones lo mejor será eliminar la planta muerta y quemar sus restos para evitar la proliferación o contagio.
Mantén las plantas fuertes y vigorosas, ya que los parásitos suelen atacar a las más débiles. Conserva tu jardín limpio, controla la humedad y combate las plagas, y tus plantas crecerán saludables libres de hongos, bacterias o virus.