10 beneficios de los jardines verticales en la arquitectura
Detrás de tus espacios favoritos, de tu hogar, tu oficina, tu universidad y cada lugar que atraviesas, está la huella de la arquitectura: el talento y la visión de arquitectos, ingenieros y constructores proponiendo soluciones para mejorar la calidad de vida de quienes ocupamos cada espacio.
Por ello, la evolución es parte importante del arte de la arquitectura, pues debe avanzar al mismo ritmo que las necesidades de la sociedad, valiéndose no sólo de la creatividad sino de la ciencia y la tecnología para lograrlo.
Hoy en día, siendo los principales retos sociales los de la contaminación, ahorro de energía, alta densidad poblacional, estrés y aumento en los costos de construcción, la innovación es más valiosa que nunca, surgiendo muchas técnicas interesantes por sus amplios beneficios.
Entre todas ellas destacan los jardines verticales, de los cuales hemos hablado antes, pero sobre los cuales compartiremos contigo sus 10 beneficios para los proyectos de arquitectura.
Elimina los contaminantes de su entorno
Al realizar sus procesos de fotosíntesis y respiración, las plantas absorben el dióxido de carbono, polvo y demás contaminantes del aire a una velocidad increíble. Como ejemplo, una fachada verde 60 m2 puede filtrar hasta 40 toneladas de gases tóxicos en un año.
Purifica el aire interior
Como consecuencia de la primera razón, los ocupantes de un edificio con jardines verticales disfrutan de un aire más limpio para respirar, con una menor prevalencia de polvo, ozono y polen (siempre con la planeación necesaria) que dañen su salud.
Además, la presencia de las plantas regula la humedad interior de forma natural y proporciona un mejor aroma en el ambiente interior.
Disminución de la contaminación acústica
El relieve irregular y las características propias de las plantas aseguran una mejor absorción del ruido, tanto del exterior al interior como viceversa, disminuyendo la contaminación acústica. Esto trae, como beneficio, una sensación de tranquilidad y un fomento hacia la concentración en espacios donde ambas cualidades son ampliamente valoradas, como las oficinas, iglesias y centros de estudio.
Reduce el efecto “isla de calor”
Debido a las propiedades de los materiales de construcción convencionales (como el hormigón), los edificios urbanos tienden a absorber calor, generando el fenómeno “isla de calor”, donde la temperatura del área urbana es unos grados mayor a la de sus alrededores.
En los edificios con jardines verticales y techos verdes se ha observado que este fenómeno disminuye enormemente, gracias a que la superficie vegetal asegura una mejor distribución (y aprovechamiento) del calor.
Baja la temperatura hasta 5 veces más que un sistema impermeabilizante tradicional
El efecto de aislamiento térmico de la superficie verde no sólo disminuye la temperatura de la zona que rodea al edificio, sino también su temperatura interna, por lo que su empleo como una alternativa o complemento a los sistemas impermeabilizantes comunes ha aumentado en los últimos años.
Reduce los problemas del Síndrome de Edificio Enfermo
El Síndrome del Edificio Enfermo es el nombre que se le da a un conjunto de “síntomas” propios de edificios con falta de mantenimiento y mal uso de materiales, provocando enfermedades de todo tipo (principalmente respiratorias) sobre sus ocupantes.
Con alternativas verdes como los jardines verticales, este Síndrome se ve disminuido, ya que promueven condiciones de humedad, oxigenación y temperatura que promueven el bienestar de los ocupantes.
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Aumenta el valor estético del proyecto
Gracias a la gran variedad de especies vegetales que pueden conformarlos, los jardines verticales pueden incorporar diseños novedosos y versátiles que aumenten el valor estético de los inmuebles, generando atracción turística y acervo cultural para las comunidades donde se encuentran.
Beneficio psicológicos sobre los ocupantes
Además de las condiciones físicas de bienestar que ya mencionamos, los jardines verticales promueven una sensación de seguridad, tranquilidad, libertad y relajación en las personas, lo cual puede mejorar los niveles de productividad y la motivación en los espacios de trabajo.
Reduce el consumo de energía
Gracias a su potente efecto aislante que disminuye la temperatura interior, los jardines verticales tienen un gran efecto sobre el ahorro en el consumo de energía eléctrica empleada en sistemas de aire acondicionado.
Gran versatilidad para cualquier proyecto
La variedad de sistemas, plantas y estructuras para jardines verticales es muy amplia, por lo que las posibilidades de diseño son infinitas y pueden aplicarse en edificios de oficinas, escuelas, museos, iglesias, puentes, hospitales, aeropuertos, obra pública y casi cualquier espacio que puedas imaginar.
Ahora que conoces las enormes ventajas de los jardines verticales en todo tipo de proyecto arquitectónico, es momento de poner a trabajar tus ideas para darle a tus espacios estos beneficios.